HASTA PRONTO



Dejamos America con mas pena que alegria, proximo destino; casa.
Aunque podemos asegurar que este blog es solo el principio de una larga historia.
Muchas gracias a todos aquellos que nos han permitido vivir esta experiencia.

Nos vemos por el Mundo.


¡¡¡SIEMPRE A LA ORDEN!!!

TABAY




Para acabar nuestros ultimos días por las Americas, nos fuimos a relajarnos a un pueblecito de los Andes donde pudimos disfrutar de unos espectaculares paseos a caballo.

MÉRIDA


Dejamos la costa y nos vamos al interior, otra vez a sacar la chaqueta. Tras una noche de bus llegamos a este pueblo típico colonial, q presume entre otras cosas de tener el teleférico más alto, más largo y el q tienes que reservar con más antelacion (quince días antes!) del mundo.


Una calle de pintores del centro.


Una casa típica colonial, reconstruida en restaurante, donde celebramos el 31 cumpleaños de Paco.


Esta heladería tiene el record Guinness de sabores del mundo: más de 600.



Aquí en el cartel una representación de sabores de los helados: de Berros, arroz con pollo, pato frío, ajo... Buenísimos!!



Aquí el comandante Chavez saludando a Paco. Por cierto, no se si se nota, pero Paco conoció un chaman q le dió un brebaje para el pelo, y funciona!!

CHORONÍ


Choroní es un pueblo que vive de la pesca y del turismo. Es tranquilo, tiene una gran playa, los atardeceres en su malecón con preciosos, y además tiene un nosequé q invita a quedarse.


La Playa es bonita y tranquila de verdad, pero solo de lunes a viernes, los fines de semana no cabe ni la toalla.



En el malecón es donde está el ambiente por la noche, aquí un espectáculo de unos malabaristas.



Paco en el malecón al atardecer.



Carol en el malecón, supernatural.


Estuvimos presentes en una junta comunal, lo que serían nuestras Asociaciones de Vecinos, la diferencia es que acá tienen poder de decisión y presupuesto para ejecutar sus acuerdos. Aquí le llaman Poder Popular, y a la larga sustituiran las estructuras clásicas de la administracion: alcaldes, gobernadores, ... Además las juntas comunales son funcionales y eficientes, toda una lección. Así se construye el socialismo bolivariano del siglo XXI.

Esta es una buseta típica de nuestros trayectos, aquí una parada técnica de una hora porque estaban asfaltando la carretera.

LAS TRINCHERAS


El interés de este pequeño pueblo es un centro Termal donde las aguas, entre otras cosas, contiene azufre. El olor no es muy agradable y desde luego no es Caldea, pero por dos euros puedes pasar todo el día aquí, hasta bañarte por la noche, y sale uno relajao de verdad.
Paco con José Carlos y Eduardo unos choferes de buses q se alojaban en nuestro mismo hostal y q nos invitaron a unas cervezas, como se ve Jose Carlos le cogió mucho cariño a Paco.

COSTA DE VENEZUELA: Adícora


Volvemos al Mar del Caribe, a este pueblecito de la costa venezolana.


Foto de la posada donde nos alojábamos.

NUESTRO ÚLTIMO PAÍS: Venezuela


Después de visitar Perú, Ecuador y Colombia, llegamos a Venezuela. Sin duda un país diferente al resto. Nuestra primera ciudad fue Maracaibo y en una tasca asturiana de unos españoles pudimos disfrutar de chistorrita, sangria, tortilla de patatas y hasta de un espectácula flamenco. Los bailarines son venezolanos pero de padres españoles y ole como bailan.
Paco con Jose Luis, el asturiano dueño de la tasca y el Sr. Marcone, un personaje de la ciudad.

CABO DE PALOMINO


Llendo hacia la costa este de Colombia, llegamos de esta guisa al Cabo de Palomino, pues el único medio de transporte aquí es el mototaxi.



Nuestro hospedaje resultó de película: una cabaña sola en medio de la playa donde no llegaba nadie, ni siquiera la luz o el agua, realmente un paraiso. Por delante el mar, a los lados dos ríos y detrás la Sierra nevada.
No hay camas, se duerme en hamacas.

En esta parte se puede apreciar a la derecha el Río Grande y a la izquierda el mar Caribe.



Nos volvimos incluso un poco salvajes: parecíamos a los de supervivientes, partiendo cocos! Pero nosotros fuimos más listos y compramos comida en el super!


Estos dos divertidos personajes, unos alemanes dificiles de describir, son los que gestionan esta cabaña.

PARQUE NACIONAL DE TAYRONA




Sin duda unos de los parques más hermosos que tiene Colombia es este, además de estar excelentemente cuidado. Dentro de este parque nosotros estuvimos en Cabo San Juan, para llegar aquí se tarda 1 hora caminando, 2 horas si vas con pesadas mochilas, como era nuestro caso.

Vista del Cabo San Juan,

Paco al natural!

CARTAGENA DE INDIAS


Ciudad con mucha rumba, mucho movimiento, mucho de todo, para todos los gustos.




Las murallas y los cañones de los españoles, todavía siguien aquí. Gustavo, amigo de Alethia se añade a la "expedición".

TAGANGA


Taganga es nuestro primer pueblo de costa del mar del Caribe. Aquí conocemos a Marco y Monia, q nos acompañan unos días.

PARAPENTE EN SAN GIL







En San Gil tuvimos la experiencia más parecida a volar: el parapente.


Con el guia de la actividad, Jason.

BARICHALA




Barichala es un pueblo típico colonial con "personalidad andaluza".



A ver, esto es un monumento a las hormigas culonas. Son unos insectos más grandes q las que nosotros conocemos, con alas y antenas. Lo más interesante: es plato típico nacional, si, si, se comen! Su sabor es a cacahuete y crujientes según nos dijeros, ya que no nos atrevimos a probarlas.

CURITÍ




Nuestra ruta continúa por Colombia, pero ahora somos 3, nos acompaña Alethia. Nos hospedamos en San Gil y desde allí visitamos el Rio Pescaderito en Curití, en la provincia de Santander. Es un río que forma unas lagunas de aguas cristalinas, donde aprovechamos para darnos un baño.



Calle típica de Curití.

BOGOTÁ




Nada más llegar a la terminal de buses de Bogotá, nos reciben Paula, Alethia y su padre Carlos. De allí, nos dirigimos al mirador más impresionante de nuestro viaje: Montserrate. Arriba divisamos una inmensidad de ciudad, aún así nos comentan que sólo vemos 1/3 del total.



La Candelaria es un barrio bohemio de Bogotá que nos sorprendió en esta gran ciudad, invita a vivir en sus calles, emana cultura y diversidad por todas sus esquinas. Además tuvimos a Carlos, un guia excepcional!





Por casualidad llegamos a una rumba (así se llama a la fiesta o farra por la noche) en casa de Andrés que nos acogieron con los brazos abiertos, al igual q Nestor, Carlos y la cantidad de gente q conocimos esa noche. Intentaron enseñarnos a bailar cumbia, ballenato y otros ritmos latinos, pero no es tan fácil como parece! A cambio Paco les deleitó con una fideuà.