Nos dirigimos a la población de Tena que es uno de los puntos claves para acceder a la Selva.
Luis Perez una persona entrañable que conocimos en Tena, nos llevó a visitar un mirador del Pueblo y un ejemplar del Arbol Ceibo de gran magnitud.
Nuestra ruta en la Selva la contratamos con la agencia de Gabriel, que además de intentar hacer su trabajo lo mejor posible es un gran amante de los animales. En las fotos se puede ver que nos presentó algunas de sus "mascotas".
De esta guisa nos pusimos para hacer rafting por el rio Blanco, con la compañía de Luis y con Fausto el guía de la actividad.
Esta es nuestra suite en la selva, una cabaña hecha de caña y hojas, el agua y la luz aqui no existen.
A pesar de no tener "play" ni tele, estos niños son de los más felices q hemos visto en nuestro viaje. Son los hijos y sobrinos de Carlos y Sarita, los dueños de las cabañas.
Tras una ruta de dos horas de subida por la selva, llegamos a esta impresionante cascada. El esfuerzo valió la pena.
Este es el fruto del cacao, se pueden chupar las semillas de dentro y son dulces como un caramelo.
Una piscina natural cerca de las cabañas.
Este es Carlos nuestro guía q nos enseñó un poco de la sabiduría de los kichua. Desde remedios naturales y eficaces contra las picaduras de serpientes, hasta la planta de la foto que es familia del palmito que nosotros conocemos y además está buena. Esta es su pagina web: www.selvaenecuador.blogspot.com
Una muestra de la ruta de las orquídeas.
El Paco ayudando en la recolección de yucas.
Cuando sube el río arrastra de las montañas con el agua el oro q allí existe. Son muchas las famílias de indigenas que intentan recoger unos cuantos gramos de este preciado metal. Para hacernos una idea, nosotros en 1 hora no recogimos ni un miligramo de oro y todavía tenemos agujetas, y el gramo está pagado a 15 dólares.
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